DIÁLOGO DE BESUGOS 4 Cualquier parecido con la realidad es coincidencia

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Por Daría Loke Fuera

– Buenos días.

– Buenas tardes.

– Veo que lleva una aureola…

– ¿Qué tal?

– Hola.

– No, es un halo.

– ¡Hala!

– No, halo.

– A lo mejor es un designio.

– De signio contrario, seguramente.

– Aleatorio más bien.

Alea iacta est.

– No cabe duda.

– Ante la duda, la tetuda.

– Como le iba diciendo.

– ¿Conoce usted a Anisakis?

– Ya lo creo, gran poeta.

– Griego y visceral donde los haya.

– Que escribió Las Agallas, junto a Tikismikis.

– No, no, él solo.

– No, que estaba a su lado, quiero decir.

– Por eso escribió No te me acerques

– Obra inescrutable.

– Donde las haya.

– Creo que no tenía piernas.

– ¡Ah, qué tiempos!

– ¡Del ayer, del hoy!

– De Eloy precisamente quería yo hablarle.

– Diga, diga…

– Pues ya ve.

– Le presento mi condolencia.

– Sin dolencia, no se preocupe.

– Buenos días.

– Buenas tardes.

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